Este 2020 será sin dudas, un año para recordar. La pandemia COVID-19 se ha marcado un ‘’antes y después’’ en la vida de los seres humanos y del planeta. Y si hablamos de cambios y aprendizajes, no podemos dejar de resaltar el impacto que la experiencia ha tenido en los más pequeños. Es por ello que la vuelta a clases significa una gran emoción en niños, niñas y adolescentes, que debieron también saber sobrellevar la situación desde su temprana edad.
Este mes se cumple la tercera etapa de la planificación que retoma con fuerza la asistencia presencial a clases, con más ganas que nunca, pero también con mucha conciencia y precauciones especiales. Esta realidad es posible gracias al enorme esfuerzo y la creatividad de los colectivos docentes, que seguirán enfrentando el desafío de convivir entre la virtualidad y la presencialidad por el resto del año.
Tal como lo anunciara el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, ‘’retomamos un aspecto fundamental de la vida, que es el futuro de nuestros chiquilines”. En este sentido, el gobierno aseguró que el cronograma de reinicio de clases está respaldado por el grupo científico de asesores honorarios, que elaboró protocolos de trabajo con la finalidad de dar un paso prudente en la apertura de los sistemas educativos.
En el marco de la vuelta a clases de los estudiantes, ANEP definió Protocolo Sanitario con más de 20 artículos, un documento clave para que las comunidades educativas pudieran terminar de planificar la rutina de la nueva normalidad.
¿Qué dice el protocolo?
En líneas generales el protocolo presenta una serie de medidas sanitarias vinculadas a la limpieza, el lavado de manos, al uso del alcohol en gel, con especificaciones como evitar las aglomeraciones al ingreso y la salida, el ingreso de adultos a los centros educativos, y cómo van a ser las actividades deportivas y los recreos.
Entre las novedades del protocolo está el uso obligatorio de tapabocas para los estudiantes de enseñanza media y terciaria y la recomendación de su uso para los escolares mayores de tres años.
Dentro del marco de las cuatro horas máximas diarias, cada centro educativo podrá trabajar como crea pertinente, aunque recomiendan que haya al menos dos días de presencialidad a la semana. Primaria recomienda además dejar un día para la atención particular de situaciones de vulnerabilidad y para la limpieza profunda de las instalaciones.
En caso de que los estudiantes presenten síntomas relacionados con la COVID-19 los docentes podrán tomarles la temperatura, y si es más de 37,5 grados se deberá llamar al prestador de salud, a la familia y al servicio de salud de la ANEP.
Si algún estudiante o docente da positivo al virus, el centro educativo entero cerrará por 24 horas para realizar una limpieza profunda y se activará el Protocolo del Ministerio de Salud Pública, que indica el monitoreo de síntomas en cada persona con la que tuvo contacto el infectado.
Tal como se anunció, la distancia entre los estudiantes será de un metro y medio en el salón de clase, y la entrada, la salida y el recreo deberán ser escalonados para evitar la aglomeración de personas; en este sentido recomiendan que sólo un adulto acompañe al niño a la escuela.
El protocolo también indica el uso de alfombra sanitaria en los lugares de mayor circulación, la ventilación de los espacios siempre que sea posible, reforzando el lavado permanente de manos y la disposición de alcohol en gel en todos los espacios.
Desde Semm, nos sumamos a destacar el gran trabajo realizado por autoridades y equipo docente de miles de centros educativos de todo el país, destacando especialmente el trabajo intenso de la comunidad educativa para el retorno, así como el esfuerzo para que miles de niños permanecieran conectados a sus aulas de manera virtual. Este desafío aún continúa, invitándonos a todos a colaborar con responsabilidad y orgullo de nuestro aporte a la sociedad.