¡Comienzan las clases y los más chiquitos están felices de volver a ver a sus amigos! Sin embargo, no debemos olvidar que ellos son los más vulnerables a las enfermedades dado que su sistema de defensas no se ha desarrollado completamente. Hoy recordamos algunos cuidados para prevenir que se contagien de algunas de las enfermedades más comunes entre los niños en edad escolar, como gripe, resfriados y gastroenterocolitis.
Este tipo de enfermedades se transmiten por cuatro vías principales: fecal-oral, respiratoria, por contacto de la piel y por contacto con líquidos orgánicos. Las gastroenteritis víricas y por bacterias son las que habitualmente se transmiten por la primera vía, dado que los niños de 2-3 años aún no controlan su defecación, y al crecer puede darse que no sepan higienizarse de la manera adecuada luego de ir al baño. Los resfriados, gripe y otras enfermedades como faringitis, laringitis, varicela y sarampión se transmiten por vía respiratoria, dado que al toser o estornudar un niño enfermo, se expulsan al aire gérmenes que pueden ser aspirados por otras personas.
Por otra parte, las infecciones de piel y ojos, como la conjuntivitis, se transmiten por contacto de persona a persona o a través de objetos que sean contaminados por una persona enferma y luego utilizados por una persona sana. Otras enfermedades como herpes simplex se contagian por contacto comúnmente con saliva u orina de una persona infectada.
Para prevenirlas, es fundamental que los chicos y quienes estén a cargo en el jardín o escuela tengan sus vacunas al día y que anualmente, próximo a los climas fríos, se vacunen contra la gripe. Lo siguiente más importante es higienizarse de la manera correcta. El lavado de manos es indispensable para prevenir la mayor parte de las enfermedades, por lo que debemos enseñarle a los más pequeños a hacerlo de la manera adecuada y educarlos para que lo incorporen como un hábito, destacando que deben lavarse después de ir al baño y antes de comer.
Además, es importante mantener la higiene de los espacios y objetos comunes, como los juguetes y mesas, que pueden funcionar como vías de contagio. También, los adultos deben estar siempre atentos ante posibles brotes contagiosos para evitar que se disemine más, y estar atentos ante cualquier síntoma que presente alguno de los niños. Por último, es importante que desde los hogares se fomente una alimentación variada y rica en vitaminas y minerales, que incluya todos los grupos alimenticios, dado que un organismo saludable está mejor preparado para combatir las enfermedades.
Desde SEMM le deseamos a nuestros socios más chiquitos que tengan un buen comienzo de clases, ¡y que sea un año súper saludable!