La gripe es una enfermedad infecto-contagiosa de naturaleza viral que se caracteriza por síntomas como fiebre, cefaleas, malestar general, decaimiento, dolores óseos y musculares y, en oportunidades, puede acompañarse de tos catarral intensa y resfrío.
Como se trata de una enfermedad viral, los antibióticos no son efectivos para su tratamiento. Sin embargo, los síntomas no deben causarle gran inquietud ya que la gran mayoría de los casos evolucionan a la curación espontánea al cabo de 7 días.
En caso de contraer gripe, las recomendaciones médicas para una pronta recuperación son:
• Reposo durante 5 días.
• En caso de ¬fiebre elevada (temperatura superior a 38°C ) utilizar medidas físicas y antitérmicos prescriptos en la consulta médica para su descenso.
• Líquidos abundantes por boca.
• En caso de tos intensa: ambiente húmedo.
• En caso de resfrío: desobstrucción nasal con suero fisiológico.
Cabe destacar que se debe evitar en lo posible el contacto con niños, adultos mayores y embarazadas ya que son más vulnerables ante los efectos de la gripe. Por otra parte, se debe volver a consultar en los casos en los que se presente fiebre constante superior a los 38,5º C por más de tres días, una dificultad respiratoria y/o chillidos en el pecho, expectoración con sangre y, en casos de adultos mayores y niños, si se presenta dolor torácico tipo puntada.
La principal medida contra la gripe es la prevención a través de la vacunación. Además, existen otras medidas complementarias para reducir aún más las probabilidades. Éstas son:
• Mantener una alimentación rica en frutas que contengan vitamina C.
• Utilizar pañuelos descartables en caso de tos y resfrío.
• Lavarse las manos correctamente y de forma frecuente.
• Evitar aglomeraciones de público en ambientes cerrados como en por ejemplo cines, teatros y shoppings, entornos en los que el virus se encuentra latente.
La clave está en conocer a nuestro organismo y poder anticiparnos. Es necesario estar atentos para poder darnos cuenta cuándo es necesario un poco más de descanso, mejorar la alimentación o tomar alguna medida extra de prevención, como acudir a nuestro médico de cabecera para saber la mejor forma de fortalecer nuestras defensas.
Sin embargo, hay veces que las medidas de prevención no son suficientes. Si los síntomas son graves o el cuadro gripal no mejora luego de varios días, no dudes en llamarnos, estamos cuando más nos necesitas.