El 30 de marzo se celebra el Día Mundial del Trastorno Bipolar. Se eligió esta fecha por ser el natalicio del pintor Vincent Van Gogh, quien fue diagnosticado póstumamente de padecer probablemente dicho trastorno. Esta afección psiquiátrica es crónica y generalmente cíclica, y se caracteriza por cambios del estado de ánimo inusuales y frecuentes, pasando de niveles elevados de energía a episodios de depresión, oscilando entre la alegría y la tristeza de manera extrema.
La idea de celebrar este día es principalmente con el fin de generar conciencia mundial sobre los trastornos bipolares y comenzar a eliminar el estigma social que se asocia a esta enfermedad, mejorando la educación y sensibilidad hacia el tema.
El trastorno bipolar representa un desafío inmenso para quienes lo sufren, al igual que para sus familias, amigos, la comunidad y los profesionales que los tratan, por lo que es importante estar atentos y acceder a la información correcta. Asimismo, se hace énfasis en el tratamiento adecuado dado que, debido a las características de este trastorno, las personas que lo padecen tienen más riesgo de mortalidad por accidentes y causas naturales como enfermedades cardiovasculares.
El primer paso en el tratamiento es tomar conciencia del problema. Es así que la persona afectada y sus allegados deben recibir una psico-educación adecuada para hacer frente a las crisis y prevenir las recaídas. Luego entran en juego la terapia farmacológica personalizada, incluídos fármacos antidepresivos, aunque no todos los pacientes lo requieren.
Es importante también que quienes rodeen a la persona afectada tengan en cuenta algunas claves para hacer el proceso de aceptación y tratamiento menos traumático. Estas son:
• ser pacientes,
• animarla a que hable y se exprese, escuchándola atentamente,
• ser comprensivos con sus cambios repentinos de estado de ánimo,
• incentivarla a que participe en actividades que le gusten,
• ser positivos y transmitirle a la persona afectada que con el tratamiento adecuado es muy posible que mejore,
• estar presentes y acompañarlo en los aspectos prácticos, como tomar su medicación y recordarle los controles médicos.
Desde SEMM hacemos énfasis en la importancia de mejorar el conocimiento que tiene toda la sociedad sobre esta enfermedad. Es una pieza fundamental para poder detectar los síntomas, recibir la atención adecuada, saber como actuar ante los episodios de crisis y para la integración en el medio laboral y social, ayudando a quienes padezcan esta enfermedad a tener una mejor vida.