Día Mundial de Lucha contra el SIDA.

01/12/2017

Este primero de diciembre, como desde 1998, se llevará a cabo el Día Mundial de Lucha contra el SIDA.

Treinta y cinco años después de la aparición del SIDA los resultados conseguidos por la lucha contra esta epidemia son muy alentadores, aunque se aspira a terminar con ella en el 2030.

Cada vez más personas reciben tratamiento para esta enfermedad. Desde el 2010 el número de niños infectados por transmisión materno infantil se ha reducido a la mitad, mueren menos personas por causas relacionadas al SIDA y los enfermos de VIH viven más tiempo y en mejores condiciones.

En los últimos años se ha doblado el número de personas con acceso a medicinas esenciales para el tratamiento, superando ahora los 18 millones. Actualmente, más del 75% de las personas que lo necesitan tienen acceso a medicinas para el VIH que previenen la transmisión materno infantil.

Las mujeres y las niñas siguen siendo especialmente vulnerables en los países donde la prevalencia del VIH es alta, sobre todo en África Subsahariana. El virus sigue afectando a las poblaciones clave de manera desproporcionada.

ONUSIDA ha lanzado la campaña para el Día Mundial del Sida de este año bajo el lema “Mi salud, mi derecho” y se centra en el derecho a la salud explorando los desafíos a los que se enfrentan las personas de todo el mundo para ejercer sus derechos.

“Todas las personas, independientemente de la edad, el género, el lugar en el que viven o las personas a las que aman, tienen derecho a la salud”, afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Sean cuales sean sus necesidades sanitarias, todos necesitan que los recursos sanitarios estén disponibles y sean accesibles, de buena calidad y sin discriminación”.

El VIH no tiene cura, pero el tratamiento permite al enfermo llevar una vida saludable y reducir casi a cero el riesgo de transmisión del virus a otra persona. Para esto es necesario saber algunos puntos claves que son: como se trasmite, sus síntomas, como se diagnostica y como se trata la enfermedad.

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se transmite por la sangre y los fluidos corporales. Va debilitando el sistema inmunitario, generalmente a lo largo de un periodo de entre 3 y 15 años (aunque 10 años es lo más habitual), hasta causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA. Cuando las defensas se debilitan, pueden aparecer infecciones oportunistas como la candidiasis, la neumonía o varios tipos de tumores. Algunas infecciones pueden tratarse, mientras que otras son letales. La enfermedad oportunista más frecuente es la tuberculosis, la principal causa de muerte entre las personas con VIH.

Muchas personas viven con VIH durante años sin mostrar síntoma alguno y pueden no conocer su estado.

Un simple análisis de sangre buscando anticuerpos puede confirmar la presencia del virus. En el caso de los bebés, que pueden tener anticuerpos de la madre, son necesarias pruebas más complejas que no están disponibles en la mayoría de los lugares más afectados por la epidemia.

Las combinaciones de medicamentos antirretrovirales (ARV), o terapias combinadas, ayudan a combatir el virus: permiten a los afectados vivir más y mejor sin que su sistema inmune se deteriore rápidamente. El tratamiento también reduce la probabilidad de transmisión del virus hasta en un 96%.

Desde SEMM nos sumamos a esta lucha a esta lucha, concientizando a las personas sobre la problemática de la enfermedad e incentivándolas a realizarse controles preventivos en busca de un diagnóstico temprano para un tratamiento adecuado.

Fuentes:

www.msf.org.uy

www.unaids.org

www.un.org

www.who.int

www.onu.org.pe

www.infosida.nih.gov

www.paho.org