Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión

10/01/2017

Antes de avanzar sobre la “Depresión”, enfermedad que nos atañe en estos momentos, debemos informar algunos datos sobre lo que pasa en nuestro país. Hoy en el Uruguay existen 600 mil personas (aproximadamente un 20% de la población) que sufren de algún tipo de depresión pero, el 80 por ciento de estos –es decir 480 mil personas- desconocen que padecen esta enfermedad. La depresión es una enfermedad que existe desde siempre. Ésta afecta al individuo como un todo, pues puede comprometer el pensamiento, el comportamiento, el humor, los sentimientos y también la salud física.

Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por lo general, son pasajeros y desaparecen en unos días. Esto no es depresión. Un trastorno depresivo en una persona interfiere con la vida cotidiana y el desempeño normal de sus tareas causando dolor a quien padece el trastorno así como de quienes lo rodean. Los sentimientos de tristeza, desesperación, melancolía y desesperanza mantenidos son característicos de esta patología. La mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento para mejorar.

Existen varios tipos de trastornos depresivos variando en su presentación e intensidad. Puede ir desde la depresión grave que incapacita a la persona y le impide desenvolverse con normalidad, presentando una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad de trabajar, dormir, estudiar, comer, disfrutar de actividades placenteras hasta el trastorno distímico con síntomas menos graves, prolongado en el tiempo y que no incapacitan a la persona.

¿Cuáles son los síntomas que deben despertar la sospecha y la consulta con el especialista?

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, o vacío
  • Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo
  • Sentimientos de culpa, inutilidad, y/o impotencia
  • Irritabilidad, inquietud
  • Pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba, incluso las relaciones sexuales
  • Fatiga y falta de energía
  • Dificultad para concentrarse, recordar detalles, y para tomar decisiones
  • Insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado
  • Comer excesivamente o pérdida del apetito
  • Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
  • Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos, o problemas digestivos que no se alivian incluso con tratamiento

Diversas enfermedades coexisten con la depresión. El abuso o la dependencia al alcohol, u otras sustancias, pueden ser causa o consecuencia de depresión. Las personas que sufren de estrés postraumático como resultado de una experiencia aterradora o muy difícil, tal como un ataque violento, un accidente, un desastre natural, etc., están predispuestas a tener depresión recurrente. Otras enfermedades médicas se acompañan de depresión como ser la insuficiencia cardíaca avanzada, el derrame cerebral, cáncer, enfermedad de Parkinson entre otras.

Tratamiento

Al igual que otras enfermedades, mientras más pronto se pueda comenzar  el tratamiento más efectivo es y las probabilidades de prevenir una recaída son mayores.

Lo más importante es la consulta precoz con su médico de referencia o especialista ante la sospecha de estar cursando un cuadro depresivo.

El tratamiento incluye hábitos de vida saludables contemplando la realización de deportes, establecer metas alcanzables así como psicoterapia y fármacos antidepresivos. Los tratamientos a menudo son prolongados dependiendo de las respuestas al mismo.

Para concluir: SEMM promueve el cuidado de la salud tanto física como mental. Si padeces alguno de los síntomas mencionados con frecuencia o tienes algún ser querido que los padece, no dudes en consultar con un especialista.