Cuidados de la piel antes y después de la exposición al sol

23/01/2017

Es importante seguir algunos consejos en función de prevenir los potenciales daños, producto de la exposición al sol.

La luz solar es fundamental para nuestro organismo, ya que contribuye a mantenernos saludables. Favorece la síntesis de la vitamina D3, hormona fundamental para el buen desarrollo de los huesos y el funcionamiento mental.

Sin embargo, debemos conocer los perjuicios que la radiación ultravioleta puede generar en nuestro cuerpo. Entre estos debe destacarse el riesgo de cáncer de piel, cuya incidencia ha aumentado en nuestro territorio al punto de posicionarse en el primer lugar dentro de los cánceres diagnosticados anualmente. En este sentido, Uruguay es el país con mayor incidencia de tumores de piel de Latinoamérica.

Otros daños que el sol puede generar son quemaduras, envejecimiento de la piel, disminución de la capacidad inmune del organismo, arrugas, manchas, sequedad de piel y problemas de visión.

Es importante tener en cuenta que las poblaciones más vulnerables a estos daños son los niños y adolescentes, y las personas de piel blanca.

Dentro de las recomendaciones propuestas para prevenir estos problemas se encuentran: el uso de protector solar cada 2-3 horas o después de nadar, sudar o secarse con toalla (con filtro UVB y UVA y factor de protección mayor a 15); evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas; evitar bronceado en interiores, y usar sombrero con ala y lentes con protección ultravioleta (incluidos niños de todas las edades).

Para mantener la piel saludable también es fundamental que luego de exponerla al sol se la trate de la manera correcta. En este sentido, es bueno utilizar cremas hidratantes y post solares que son excelentes para revitalizar la piel, así como también geles con vitaminas A y E. En el caso particular de las quemaduras solares (piel roja, caliente al tacto, tensa, que puede acompañarse de ampollas, fiebre, escalofríos, náuseas y dolor que puede durar entre 6 y 48 horas) es importante saber que son una condición auto limitada, aunque la aplicación local de compresas frías y húmedas, lociones con calamina o aloe vera pueden disminuir el dolor. Recomendamos también que ante quemaduras muy extensas, con ampollas o intenso dolor, consulten a su médico para el manejo óptimo de las mismas.

Estos cuidados son válidos para todas las personas que se expongan al sol, excepto para los niños pequeños y para quienes tengan afecciones de la piel particulares o alergias a los componentes de dichos productos, para quienes conviene consultar con un médico especialista.